LA TUTORÍA COMPARTIDA. #ATENCIONALADIVERSIDAD
Con la implantación de la LOGSE (Ley Orgánica General del sistema Educativo) el 3 de octubre del año 1990, la tutoría comenzó a formar parte de las funciones docentes del profesorado.
Artículo 60.
1. "La tutoría y orientación de los alumnos formará parte de la función docente. Corresponde a los centros educativos la coordinación de estas actividades. Cada grupo de alumnos tendrá un profesor tutor"
En el largo periodo de 30 años, desde esa ley hasta la actualidad, todo lo relacionado con la tutoría ha ido evolucionando y se ha ido incrementando su importancia. Pero, desde mi punto de vista, no lo suficiente ya que en la mayoría de las ocasiones, la tutoría se realiza de una forma rutinaria, con falta de interés por parte del alumnado y profesorado y en general, con poca coordinación entre los distintos equipos educativos y con el Departamento de Orientación.
La tutoría es un recurso educativo fundamental porque a través de ella, el profesorado realiza una labor pedagógica encaminada a acompañar y orientar al alumnado en su proceso educativo hacia su formación integral teniendo siempre en cuenta sus capacidades, competencias y características personales.
La tutoría es tarea de todo el profesorado, aunque algunas tareas más concretas y específicas, las realice el profesor/a tutor/a con un grupo de alumnos/as concreto.
La tutoría es tarea de todo el profesorado, aunque algunas tareas más concretas y específicas, las realice el profesor/a tutor/a con un grupo de alumnos/as concreto.
Algunas de las finalidades de la tutoría son:
-Fomentar la educación integral de cada alumno/a como persona.
-Favorecer la personalización de la educación.
-Fomentar la participación y cooperación con las familias.
-Potenciar la formación de un grupo clase unido y cohesionado, con un buen clima de convivencia.
El profesorado que realiza la función de tutor/a es uno de los profesores del equipo docente que imparte docencia en un mismo grupo clase. Una función importantísima que debemos poner en valor y hacer una apuesta firme porque sea uno de los pilares importantes de la atención a la diversidad.
Cada curso escolar, en la ESO, el alumnado suele cambiar de tutor/a. En muchos institutos, esta labor tan importante, suele recaer en el profesorado que llega nuevo al centro, por diversos motivos:
-El profesorado definitivo del centro ya coordina los departamentos, planes y proyectos.
-Es una labor que no se desea realizar porque implica trabajo añadido.
-Hay docentes que no tiene interés en el trabajo con las familias...
La realidad es que el profesorado en general, no tiene formación como tutor/a, ni tampoco existe un plan o proyecto formativo a nivel general en la formación inicial, ni en los centros educativos.
En la ESO el tutor/a tiene una hora de tutoría a la semana para trabajar con su grupo clase. En esa sesión se reflexiona y se analizan los procesos de aprendizaje en las distintas materias, la participación del alumnado en clase y en el centro, el clima de aula y la convivencia y otras propuestas junto al resto de los tutores/as del centro, coordinadas por el Equipo de Orientación.
La mayoría de los centros educativos recogen todo lo relacionado con la tutoría en el Plan de Acción Tutorial (PAT) que tiene que estar ajustado y personalizado, partiendo de las variables y características concretas del centro.
Cuando el profesorado tutor/a no realiza bien sus funciones, las sesiones de tutoría se convierten en horas desaprovechadas en las que se debería trabajar diferentes propuestas de cohesión de grupo, normas, valores, capacidades, emociones, etc. En otras ocasiones, el tutor/a dedica la sesión de tutoría a trabajar su materia y también se convierte en una especie de hora libre, en la que el alumnado hace un poco lo que quiere.
En los centros que apuestan por realizar una buena acción tutorial tienen muy bien estructurada y coordinada cada sesión de tutoría. El Orientador tiene una hora de coordinación semanal con cada uno de los profesores que hace la función de tutor/a y en ella programan las tareas a realizar, los temas a trabajar e incluso es el Orientador el que trabaja en docencia compartida con el tutor/a en aquellas sesiones que ambos consideran necesario.
Algunas de las tareas importantes que hace un buen tutor/a son:
-Conocer las características personales de cada uno de sus alumnos/as y sus necesidades concretas.
-Coordinar con todos los profesores de su equipo docente el seguimiento personal de cada alumno/a y las propuestas educativas necesarias.
-Fomentar y trabajar la resolución de conflictos y todas las inquietudes o propuestas que demande el alumnado.
-Trabajar con el grupo clase, todo lo relacionado con las sesiones de evaluación trimestral: preevaluación, evaluación y postevaluación.
-Mantener una relación fluída y constructiva con las familias.
Para mí, como ya he venido compartiendo en este blog, la figura de tutor/a es una clave fundamental en la atención a la diversidad y la inclusión.
El buen tutor/a siempre tiene que ser un profesor/a inclusivo que conozca la diversidad de su grupo clase, que sepa gestionarla y acompañe a cada alumno/a en la superación personal de las dificultades o problemas, para que cada uno de ellos/as pueda ir encontrando y recorriendo su camino.
Todo lo relacionado con acción tutorial ha ido evolucionando a través de las distintas leyes. Hoy podemos afirmar que la acción tutorial es una parte importante de la buena atención a la diversidad cuando se realiza en equipo.
En la mayoría de las escuelas aún prevalece la estructura organizativa que acabamos de ver, que es la tradicional: el profesor/a que realiza la función de tutor/a desarrolla distintas tareas de seguimiento, reuniones con familias, etc, con un grupo de alumnos/as, que en la ESO suele ser de 30 o más alumnos/as, en una sesión de tutoría de una hora semanal.
Desde mi punto de vista ya es hora de transformar esta estructura organizativa tradicional y rígida, para hacerla flexible y ajustada a cada grupo clase y a cada tutor/a.
Cada grupo clase es diferente y aunque en todos ellos hay siempre mucha diversidad, a veces, hay grupos clases que son más complejos porque no se ha realizado una buena propuesta organizativa en la asignación de cada alumno/a a cada grupo clase (clases de repetidores, otras en las que el azar ha agrupado a más alumnos disruptivos, sin interés, desmotivados...) y es precisamente en esos grupos clases, dónde es necesario hacer propuestas organizativas diferentes.
La tutoría compartida es una excelente propuesta para realizar una buena acción tutorial tanto a nivel de centro, como de aulas y alumnado concreto.
En la tutoría compartida ambos profesores realizan funciones de tutor/a y se coordinan estrechamente a la hora de realizar la acción tutorial.
La mayoría de las experiencias que conozco se centran en la realización de tutoría compartida en los grupos clases en los que hay alumnado con problemas comportamentales que presentan conductas disruptivas y contrarias a la convivencia. En ellas, el segundo profesor tutor/a es el que se encarga de realizar la acción tutorial con alumnos/as concretos trabajando con ellos/as tareas de mediación, resolución de conflictos, medidas disciplinarias con la finalidad de fomentar su inclusión en el aula y en el centro.
Cuando empecé a trabajar en el curso 1984-85 en el Aula de Educación Especial en el Colegio de los Llanos en Almonte, mi pueblo, yo luchaba porque el alumnado que estaba en ella, saliera del aula de EE y se integrara en las aulas ordinarias. Y así se fue haciendo. En períodos concretos salían del aula ordinaria al aula de EE a trabajar sus PDI (Programas de Desarrollo Individual) y yo iba a trabajar con ellos al aula ordinaria, en algunas sesiones, sólo con los maestros/as que me lo permitían.
También luchaba para que el tutor/a de esos alumnos/as fuera el tutor/a de su grupo clase. Insistentemente yo argumentaba e insistía en que "yo no era tutora de ningún alumno" porque sus tutores tenían que ser los tutores del grupo clase en los que estaban.
Muy difícil de entender y de aceptar mis argumentos puesto que ni siquiera había salido el decreto de 6 de marzo de 1985. Hace tiempo encontré entre mis papeles de ese curso, un folio emborronado, que al leerlo, me recordó mi lucha de aquellos años. Era el borrador que escribí para una sesión de claustro de principio de curso, porque el profesorado no sabía qué era el aula de EE, ni su funcionamiento, ni cómo se trabajaba en ella...
Siempre lo he tenido muy claro y nunca fui tutora del alumnado con NED, aunque siempre trabajé estrechamente con los tutores/as haciendo tutoría compartida. El tiempo y las leyes me dieron la razón.
Pero un buen día, la legislación después de muchos años, cambió y tuve que ser cotutota del alumnado con NED (Necesidades Educativas Diversas) con el que trabajaba :
3. De conformidad con lo recogido en el artículo 89.1 del Reglamento Orgánico de estos centros, la tutoría del alumnado con necesidades educativas especiales será ejercida en las aulas específicas de educación especial por el profesorado especializado para la atención de este alumnado. En el caso del alumnado con necesidades educativas especiales escolarizado en un grupo ordinario, la tutoría será ejercida de manera compartida entre el maestro o maestra que ostente la tutoría del grupo donde está integrado y el profesorado especialista. A tales efectos, el plan de orientación y acción tutorial recogerá los mecanismos de coordinación entre ambos docentes y las actuaciones a realizar por cada uno de ellos o de forma conjunta. En todo caso, la atención a las familias de este alumnado se realizará conjuntamente, lo que será previsto en el horario individual de este profesorado. (En esta normativa como se puede ver claramente, aún se sigue hablando de Integración).
Esta imposición legal nunca me he gustado porque yo desde hace décadas he ido compartiendo tutoría con todos los profesores tutores/as y con todo el alumnado del grupo clase y no sólo he compartido tutoría del alumnado con NED.
Así pues, he realizado la tutoría compartida, con los tutores/as de múltiples grupos clases con los que he trabajado:
-Cooperando en la realización de tareas encaminadas a trabajar las emociones, los valores, la cohesión del grupo clase y de los equipos de base heterogéneos, la cooperación y el trabajo en equipo.
-Fomentando la diversidad y la inclusión a través de proyectos, campañas, trabajos concretos...
-Participando activamente en la evaluación equitativa y en todo lo relacionado con las sesiones trimestrales de evaluación: pre-evaluación, evaluación y post-evaluación.
-Colaborando con las familias.
En estos vídeos podemos ver algunas experiencias sobre tutoría compartida.
-Fomentar la educación integral de cada alumno/a como persona.
-Favorecer la personalización de la educación.
-Fomentar la participación y cooperación con las familias.
-Potenciar la formación de un grupo clase unido y cohesionado, con un buen clima de convivencia.
El profesorado que realiza la función de tutor/a es uno de los profesores del equipo docente que imparte docencia en un mismo grupo clase. Una función importantísima que debemos poner en valor y hacer una apuesta firme porque sea uno de los pilares importantes de la atención a la diversidad.
Cada curso escolar, en la ESO, el alumnado suele cambiar de tutor/a. En muchos institutos, esta labor tan importante, suele recaer en el profesorado que llega nuevo al centro, por diversos motivos:
-El profesorado definitivo del centro ya coordina los departamentos, planes y proyectos.
-Es una labor que no se desea realizar porque implica trabajo añadido.
-Hay docentes que no tiene interés en el trabajo con las familias...
La realidad es que el profesorado en general, no tiene formación como tutor/a, ni tampoco existe un plan o proyecto formativo a nivel general en la formación inicial, ni en los centros educativos.
En la ESO el tutor/a tiene una hora de tutoría a la semana para trabajar con su grupo clase. En esa sesión se reflexiona y se analizan los procesos de aprendizaje en las distintas materias, la participación del alumnado en clase y en el centro, el clima de aula y la convivencia y otras propuestas junto al resto de los tutores/as del centro, coordinadas por el Equipo de Orientación.
La mayoría de los centros educativos recogen todo lo relacionado con la tutoría en el Plan de Acción Tutorial (PAT) que tiene que estar ajustado y personalizado, partiendo de las variables y características concretas del centro.
Cuando el profesorado tutor/a no realiza bien sus funciones, las sesiones de tutoría se convierten en horas desaprovechadas en las que se debería trabajar diferentes propuestas de cohesión de grupo, normas, valores, capacidades, emociones, etc. En otras ocasiones, el tutor/a dedica la sesión de tutoría a trabajar su materia y también se convierte en una especie de hora libre, en la que el alumnado hace un poco lo que quiere.
En los centros que apuestan por realizar una buena acción tutorial tienen muy bien estructurada y coordinada cada sesión de tutoría. El Orientador tiene una hora de coordinación semanal con cada uno de los profesores que hace la función de tutor/a y en ella programan las tareas a realizar, los temas a trabajar e incluso es el Orientador el que trabaja en docencia compartida con el tutor/a en aquellas sesiones que ambos consideran necesario.
Algunas de las tareas importantes que hace un buen tutor/a son:
-Conocer las características personales de cada uno de sus alumnos/as y sus necesidades concretas.
-Coordinar con todos los profesores de su equipo docente el seguimiento personal de cada alumno/a y las propuestas educativas necesarias.
-Fomentar y trabajar la resolución de conflictos y todas las inquietudes o propuestas que demande el alumnado.
-Trabajar con el grupo clase, todo lo relacionado con las sesiones de evaluación trimestral: preevaluación, evaluación y postevaluación.
-Mantener una relación fluída y constructiva con las familias.
Para mí, como ya he venido compartiendo en este blog, la figura de tutor/a es una clave fundamental en la atención a la diversidad y la inclusión.
El buen tutor/a siempre tiene que ser un profesor/a inclusivo que conozca la diversidad de su grupo clase, que sepa gestionarla y acompañe a cada alumno/a en la superación personal de las dificultades o problemas, para que cada uno de ellos/as pueda ir encontrando y recorriendo su camino.
Todo lo relacionado con acción tutorial ha ido evolucionando a través de las distintas leyes. Hoy podemos afirmar que la acción tutorial es una parte importante de la buena atención a la diversidad cuando se realiza en equipo.
LA TUTORÍA COMPARTIDA.
En la mayoría de las escuelas aún prevalece la estructura organizativa que acabamos de ver, que es la tradicional: el profesor/a que realiza la función de tutor/a desarrolla distintas tareas de seguimiento, reuniones con familias, etc, con un grupo de alumnos/as, que en la ESO suele ser de 30 o más alumnos/as, en una sesión de tutoría de una hora semanal.
Desde mi punto de vista ya es hora de transformar esta estructura organizativa tradicional y rígida, para hacerla flexible y ajustada a cada grupo clase y a cada tutor/a.
Cada grupo clase es diferente y aunque en todos ellos hay siempre mucha diversidad, a veces, hay grupos clases que son más complejos porque no se ha realizado una buena propuesta organizativa en la asignación de cada alumno/a a cada grupo clase (clases de repetidores, otras en las que el azar ha agrupado a más alumnos disruptivos, sin interés, desmotivados...) y es precisamente en esos grupos clases, dónde es necesario hacer propuestas organizativas diferentes.
La tutoría compartida es una excelente propuesta para realizar una buena acción tutorial tanto a nivel de centro, como de aulas y alumnado concreto.
En la tutoría compartida ambos profesores realizan funciones de tutor/a y se coordinan estrechamente a la hora de realizar la acción tutorial.
La mayoría de las experiencias que conozco se centran en la realización de tutoría compartida en los grupos clases en los que hay alumnado con problemas comportamentales que presentan conductas disruptivas y contrarias a la convivencia. En ellas, el segundo profesor tutor/a es el que se encarga de realizar la acción tutorial con alumnos/as concretos trabajando con ellos/as tareas de mediación, resolución de conflictos, medidas disciplinarias con la finalidad de fomentar su inclusión en el aula y en el centro.
MI EXPERIENCIA.
Cuando empecé a trabajar en el curso 1984-85 en el Aula de Educación Especial en el Colegio de los Llanos en Almonte, mi pueblo, yo luchaba porque el alumnado que estaba en ella, saliera del aula de EE y se integrara en las aulas ordinarias. Y así se fue haciendo. En períodos concretos salían del aula ordinaria al aula de EE a trabajar sus PDI (Programas de Desarrollo Individual) y yo iba a trabajar con ellos al aula ordinaria, en algunas sesiones, sólo con los maestros/as que me lo permitían.
También luchaba para que el tutor/a de esos alumnos/as fuera el tutor/a de su grupo clase. Insistentemente yo argumentaba e insistía en que "yo no era tutora de ningún alumno" porque sus tutores tenían que ser los tutores del grupo clase en los que estaban.
Muy difícil de entender y de aceptar mis argumentos puesto que ni siquiera había salido el decreto de 6 de marzo de 1985. Hace tiempo encontré entre mis papeles de ese curso, un folio emborronado, que al leerlo, me recordó mi lucha de aquellos años. Era el borrador que escribí para una sesión de claustro de principio de curso, porque el profesorado no sabía qué era el aula de EE, ni su funcionamiento, ni cómo se trabajaba en ella...
Siempre lo he tenido muy claro y nunca fui tutora del alumnado con NED, aunque siempre trabajé estrechamente con los tutores/as haciendo tutoría compartida. El tiempo y las leyes me dieron la razón.
Pero un buen día, la legislación después de muchos años, cambió y tuve que ser cotutota del alumnado con NED (Necesidades Educativas Diversas) con el que trabajaba :
-Orden de 20 de agosto de 2010, por la que se regula la organización y el funcionamiento de las escuelas infantiles de segundo ciclo, de los colegios de educación primaria, de los colegios de educación infantil y primaria y de los centros públicos específicos de educación especial, así como el horario de los centros, del alumnado y del profesorado.
Artículo 19. Profesorado especializado para la atención del alumnado con necesidades educativas especiales.3. De conformidad con lo recogido en el artículo 89.1 del Reglamento Orgánico de estos centros, la tutoría del alumnado con necesidades educativas especiales será ejercida en las aulas específicas de educación especial por el profesorado especializado para la atención de este alumnado. En el caso del alumnado con necesidades educativas especiales escolarizado en un grupo ordinario, la tutoría será ejercida de manera compartida entre el maestro o maestra que ostente la tutoría del grupo donde está integrado y el profesorado especialista. A tales efectos, el plan de orientación y acción tutorial recogerá los mecanismos de coordinación entre ambos docentes y las actuaciones a realizar por cada uno de ellos o de forma conjunta. En todo caso, la atención a las familias de este alumnado se realizará conjuntamente, lo que será previsto en el horario individual de este profesorado. (En esta normativa como se puede ver claramente, aún se sigue hablando de Integración).
Esta imposición legal nunca me he gustado porque yo desde hace décadas he ido compartiendo tutoría con todos los profesores tutores/as y con todo el alumnado del grupo clase y no sólo he compartido tutoría del alumnado con NED.
Así pues, he realizado la tutoría compartida, con los tutores/as de múltiples grupos clases con los que he trabajado:
-Cooperando en la realización de tareas encaminadas a trabajar las emociones, los valores, la cohesión del grupo clase y de los equipos de base heterogéneos, la cooperación y el trabajo en equipo.
-Fomentando la diversidad y la inclusión a través de proyectos, campañas, trabajos concretos...
-Participando activamente en la evaluación equitativa y en todo lo relacionado con las sesiones trimestrales de evaluación: pre-evaluación, evaluación y post-evaluación.
-Colaborando con las familias.
En estos vídeos podemos ver algunas experiencias sobre tutoría compartida.