LA ESCUELA INCLUSIVA. CLAVE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA #SOCIEDADIVERSA #INCLUSION
LA ESCUELA INCLUSIVA.
CLAVE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA #SOCIEDADIVERSA
¿Qué responsabilidad tiene la Educación y la Escuela en la construcción de la Sociedad Diversa? ¿Qué retos debe asumir en esa construcción? ¿La buena atención a la diversidad es uno de los objetivos prioritarios de la educación y la escuela? ¿Interesa a la sociedad ese cambio de mirada necesaria para valorar la diversidad y realizar una buena atención?
Estoy convencida de que la educación y la escuela son claves en esa construcción. Pero ¿Nos sirve la educación y la escuela que tenemos en la actualidad? ¿La educación de hoy tiene como finalidad que todas las personas desarrollen todas sus capacidades? ¿Las escuelas están dispuestas a construir inclusión?
Múltiples cuestiones que planteo en distintos entornos sociales y que siempre parece que la repuesta sea "no", "no interesa", "no se puede" y yo creo que lo que ocurre es que "no se quiere".
Cuando nos paramos a analizar problemas que ocurren todos los días a nuestro alrededor, en la escuela, en el barrio, en el deporte, en el arte... nos damos cuenta de que la mayoría de ellos están relacionados con las grandes "lacras de la sociedad" como son el machismo, el racismo, el terrorismo, la violencia, el acoso, etc, que van siempre de la mano de la no aceptación de la diversidad, la exclusión, la intolerancia, la falta de valores...
¿Por qué verdaderamente no atajamos los problemas desde la raíz con valentía y dejamos de poner parches? Esta propuesta de construcción y de cambio de mirada no es tarea sólo de unos pocos, de la educación y de la escuela, sino que tiene que ser de la sociedad al completo.
Es una tarea URGENTE en la que todos tenemos que implicarnos desde los distintos roles y funciones que desempeñamos cada día. No tenemos excusa.
Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la escala de valores la hemos aniquilado y que hemos construido una sociedad en la que impera el reino del más fuerte, el aparentar, el tener, dar zancadillas, competir, falsear, mentir, excluir, marginar...
Quienes me lean dirán que soy idealista, utópica, que no vivo en la realidad del presente, sino en un sueño imposible. Yo les puedo decir que creo en otros valores, en otros ideales, en las personas, y puedo asegurarles que voy a seguir trabajando siempre por esa sociedad diversa en la que creo.
No quiero ni puedo quedarme quieta sintiendo la barbarie discriminatoria, sin hacer nada.
Hace mucho tiempo que empecé a caminar por este largo camino y en él voy a seguir caminando sin descanso. Cada día repito que "tenemos" que seguir caminando, trabajando y luchando para mostrar y demostrar que "otra forma de hacer vida y construir sociedad diversa es posible".
Pero no podemos llegar a la sociedad diversa sin que se produzcan grandes trasformaciones y revoluciones en la educación y en la escuela. Los cambios pasan necesariamente por educar en diversidad y construir escuelas diversas e inclusivas.
Todas las personas somos agentes de cambio que estamos en interacción constante aprendiendo y enseñando. Pero...
¿Por qué la escuela sigue repitiendo año tras año, los modelos academicistas centrados en la competencia, la segregación o la exclusión?
Creo tener una respuesta: simplemente porque interesa perpetuar el statu quo actual. Con una buena educación las personas son críticas, capaces de argumentar, de proponer soluciones, de transformar la sociedad... y esa no parece que sea la meta deseada. Interesa que siga habiendo ciudadanos de primera, de segunda y de tercera.
Mientras que la educación se siga centrando en el individualismo y fomente la competición, consigue la meta perfecta de crear cuidadanos insolidarios, individualistas, competitivos...
En este modelo de educación ¿Qué lugar ocupa la diversidad, la cooperación o el trabajo en equipo? ¿En qué rincón se sitúan todas las personas diferentes?
Estoy convencida de que para poder construir esa sociedad diversa, en la que todas y cada una de las personas puedan ser ciudadanos de primera, es necesario que toda la sociedad gire 360 grados en sentido inverso y el foco de la mirada se centre en las propuestas que incluyen, que diversifiquen y que logren cohesionar a los distintos sectores sociales.
Una escuela diversa, inclusiva y feliz en la que el alumno/a está situado en el centro y en la que todos los profesores son ya inclusivos, están trabajando en equipo a través de múltiples propuestas metodológicas que atiendan a toda la diversidad y fomenten todas las capacidades.
Soy consciente que hay muchos sectores sociales perfectamente organizados, para que todo siga igual. Pero al menos, me queda la esperanza de que cada día seamos más luchando y trabajando para construir otro tipo de sociedad.
En esa construcción la escuela puede hacer camino si apuesta por Educar, Aceptar, Valorar, Incluir...
...y tú alumno/a, maestro/a, familia, asociación, colectivo, instituciones...
Múltiples cuestiones que planteo en distintos entornos sociales y que siempre parece que la repuesta sea "no", "no interesa", "no se puede" y yo creo que lo que ocurre es que "no se quiere".
Cuando nos paramos a analizar problemas que ocurren todos los días a nuestro alrededor, en la escuela, en el barrio, en el deporte, en el arte... nos damos cuenta de que la mayoría de ellos están relacionados con las grandes "lacras de la sociedad" como son el machismo, el racismo, el terrorismo, la violencia, el acoso, etc, que van siempre de la mano de la no aceptación de la diversidad, la exclusión, la intolerancia, la falta de valores...
¿Por qué verdaderamente no atajamos los problemas desde la raíz con valentía y dejamos de poner parches? Esta propuesta de construcción y de cambio de mirada no es tarea sólo de unos pocos, de la educación y de la escuela, sino que tiene que ser de la sociedad al completo.
Es una tarea URGENTE en la que todos tenemos que implicarnos desde los distintos roles y funciones que desempeñamos cada día. No tenemos excusa.
Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la escala de valores la hemos aniquilado y que hemos construido una sociedad en la que impera el reino del más fuerte, el aparentar, el tener, dar zancadillas, competir, falsear, mentir, excluir, marginar...
Quienes me lean dirán que soy idealista, utópica, que no vivo en la realidad del presente, sino en un sueño imposible. Yo les puedo decir que creo en otros valores, en otros ideales, en las personas, y puedo asegurarles que voy a seguir trabajando siempre por esa sociedad diversa en la que creo.
No quiero ni puedo quedarme quieta sintiendo la barbarie discriminatoria, sin hacer nada.
Hace mucho tiempo que empecé a caminar por este largo camino y en él voy a seguir caminando sin descanso. Cada día repito que "tenemos" que seguir caminando, trabajando y luchando para mostrar y demostrar que "otra forma de hacer vida y construir sociedad diversa es posible".
Pero no podemos llegar a la sociedad diversa sin que se produzcan grandes trasformaciones y revoluciones en la educación y en la escuela. Los cambios pasan necesariamente por educar en diversidad y construir escuelas diversas e inclusivas.
Todas las personas somos agentes de cambio que estamos en interacción constante aprendiendo y enseñando. Pero...
Creo tener una respuesta: simplemente porque interesa perpetuar el statu quo actual. Con una buena educación las personas son críticas, capaces de argumentar, de proponer soluciones, de transformar la sociedad... y esa no parece que sea la meta deseada. Interesa que siga habiendo ciudadanos de primera, de segunda y de tercera.
Mientras que la educación se siga centrando en el individualismo y fomente la competición, consigue la meta perfecta de crear cuidadanos insolidarios, individualistas, competitivos...
En este modelo de educación ¿Qué lugar ocupa la diversidad, la cooperación o el trabajo en equipo? ¿En qué rincón se sitúan todas las personas diferentes?
Estoy convencida de que para poder construir esa sociedad diversa, en la que todas y cada una de las personas puedan ser ciudadanos de primera, es necesario que toda la sociedad gire 360 grados en sentido inverso y el foco de la mirada se centre en las propuestas que incluyen, que diversifiquen y que logren cohesionar a los distintos sectores sociales.
Una escuela diversa, inclusiva y feliz en la que el alumno/a está situado en el centro y en la que todos los profesores son ya inclusivos, están trabajando en equipo a través de múltiples propuestas metodológicas que atiendan a toda la diversidad y fomenten todas las capacidades.
Soy consciente que hay muchos sectores sociales perfectamente organizados, para que todo siga igual. Pero al menos, me queda la esperanza de que cada día seamos más luchando y trabajando para construir otro tipo de sociedad.
En esa construcción la escuela puede hacer camino si apuesta por Educar, Aceptar, Valorar, Incluir...
...y tú alumno/a, maestro/a, familia, asociación, colectivo, instituciones...
¿Qué estás dispuesto a hacer?
¿Estás construyendo inclusión en tu escuela?
¿Trabajas por una Sociedad Diversa?
¿Trabajas por una Sociedad Diversa?
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