LA DIVERSIDAD DEL PROFESORADO Y SUS CAPACIDADES.
LA DIVERSIDAD DEL PROFESORADO
Y SUS CAPACIDADES
Y SUS CAPACIDADES
Hasta no hace mucho tiempo, al hablar del alumnado casi todo el mundo pensaba en el mal llamado "alumno/a medio". A todo el alumnado se le veía como personas homogéneas con características comunes, sin tener en cuenta ni las diferencias, ni las capacidades personales.
Esa mirada está empezando a cambiar y cada vez es más frecuente, al hablar del alumnado, "ver" a la persona única e irrepetible que es.
Poco a poco, vamos aprendido que todos/as los alumnos/as son diversos y que tienen capacidades, competencias y potencialidades diferentes.
Reconocer, aceptar y valorar esas diferencias es un paso importantísimo a la hora de realizar una buena educación de calidad, justa, equitativa, diversa e inclusiva.
Lentamente, toda la sociedad, la educación y la escuela van dando pasos hacia una buena atención a la diversidad, personalizando la educación, centrándose en cada alumno/a, teniendo en cuenta la diversidad asociada a cada persona, sus capacidades, niveles competenciales, inteligencias múltiples, características personales, sociales, culturales... Pero...
Reconocer, aceptar y valorar esas diferencias es un paso importantísimo a la hora de realizar una buena educación de calidad, justa, equitativa, diversa e inclusiva.
Lentamente, toda la sociedad, la educación y la escuela van dando pasos hacia una buena atención a la diversidad, personalizando la educación, centrándose en cada alumno/a, teniendo en cuenta la diversidad asociada a cada persona, sus capacidades, niveles competenciales, inteligencias múltiples, características personales, sociales, culturales... Pero...
¿Nos hemos parado a pensar en la diversidad del profesorado
y en sus capacidades?
La sociedad en general no considera importante la labor que realiza el profesorado. Muchas veces, al igual que pasa con el alumnado, se piensa que todos/as los profesores/as son iguales, que van a los centros educativos a hacer su trabajo que consiste en "DAR CLASE": explicar, corregir, mandar deberes y tareas y luego hacer exámenes para aprobar o suspender.
Y de esas creencias, muchas veces, surgen los tópicos: los maestros trabajan muy poco, tienen muchas vacaciones, es un trabajo muy cómodo...
De la misma forma que poco a poco vamos tomando conciencia de las diferentes capacidades que tiene el alumnado, hemos de comenzar a tomar conciencia de la diversidad y las distintas capacidades y competencias profesionales que presenta cada profesor/a para, a partir de ellas, poder empezar a construir escuelas cooperativas en las que también el profesorado sea capaz de desarrollar todas sus capacidades, competencias y potencialidades.
A día de hoy...
¿El profesorado puede crecer de forma personal y profesional en su centro educativo?
Un tema complejo y desde mi punto de vista, muy poco analizado, reflexionado y tenido en cuenta.
A lo largo de mi amplia trayectoria profesional he podido vivir y sentir situaciones diversas que siempre me han llevado a pensar que es necesario hacer un cambio de mirada amplio y profundo con respecto al profesorado.
Me he encontrado con profesorado:
-Muy motivado, con muchas ganas de aprender de todo y con todos, dinámicos/as y disfrutando con su alumnado y en sus clases, a los que les han puesto mil pegas para poder hacer pequeños cambios innovadores y EDUCAR.
-Que permanecía año tras año, en el segundo o tercer ciclo de Educación Primaria, haciendo durante cada curso lo mismo, con los mismos libros, los mismos ejercicios, exámenes... independientemente de cómo fuera el alumnado de su grupo clase. Ellos/as jamás tenían ningún problema y nadie les ponía ninguna pega.
-Que no sólo no quería hacer ciertas tareas, propuestas, salidas... sino que insistían (argumentando que todo el nivel o ciclo tenía que estar coordinado) hasta que conseguía que sus compañeros/as que querían hacerla, no pudieran hacerlas porque había que "coordinarse".
-Dispuesto a asumir cualquier tipo de tarea que nadie quería realizar y ser criticado/a duramente.
-Que nunca se han rendido y han luchado por trabajar de forma inclusiva hasta que han logrado hacer cambios en sus centros educativos...
Estoy segura que podría seguir haciendo un listado muy amplio, pero mi intención no es ésa, sino que todos/as reflexionemos sobre el profesorado que cada curso nos acompaña en nuestra labor docente y con el que compartimos la educación integral del alumnado, para desde el conocimiento, ser capaces de construir un equipo de trabajo en el que todos/as cooperen, puedan desarrollar su faceta profesional sin cortapisas y sobre todo, crezcan cada día con el desarrollo de su trabajo en la docencia.
No me he parado a contar el número de profesores/as con los que he compartido trabajo en la escuela desde el curso 1980-81, pero sí recuerdo muy bien a todos/as y cada uno de los/as que siempre han "QUERIDO".
En los años 80 no era fácil encontrar profesorado que aceptara que la profesora de PT trabajara con ellos/as dentro de las aulas ordinarias. Pero yo siempre encontraba a los querían hacerlo y creo que el "secreto", como muchas veces he respondido cuando me han preguntado, siempre ha sido el mismo: ver a la persona, sus capacidades y disponibilidades y aceptarla como era.
Recuerdo perfectamente que fue en el Colegio Los Eucaliptos en Olivares, en el que trabajé 3 años, (cursos 1987-88, 88-89 y 89-90) dónde todo el profesorado asumió que yo trabajaría parte del horario con el alumnado con NED (Necesidades Educativas Diversas) en el aula de Integración y otra parte del horario dentro de las aulas ordinarias, en las materia de Sociales y Naturales (Etapa de la EGB).
En ese centro fue la primera vez que me sentí valorada como Profesora Inclusiva (aunque estábamos en los tiempos de la Integración), porque el Equipo Directivo y una gran parte del claustro de profesores tenía ya muy claro cómo trabajar con todo el alumnado dentro del aula ordinaria. Teníamos un Seminario Permanente, que yo coordinaba y empezamos a hacer las primeras Adaptaciones Curriculares.
Siempre he creído que la vida está en el aula ordinaria y ese convencimiento me ha hecho intentar estar en ellas el máximo tiempo posible trabajando en docencia compartida, aunque no fuera fácil y tuviera que vencer múltiples dificultades.
Trabajar en docencia compartida requiere consenso, coordinación, confianza y conocer las capacidades de cada uno de los profesores/as con los que trabajas.
Cuando hablo de diversidad y de trabajo en equipo, siempre me gusta insistir en que tenemos que tener en cuenta siempre, la diversidad del profesorado y que éste, al igual que lo hace el alumnado, tiene que trabajar en equipo.
En el trabajo en equipo, cuanto más heterogéneos sean los miembros del equipo, mucho mejor y más enriquecedor. De la misma forma que el profesorado necesita conocer las capacidades del alumnado para realizar el trabajo en equipo, el profesorado también tiene que conocer sus capacidades y las de sus compañeros/as.
Pero me consta que este tema de la diversidad del profesorado y sus diferentes capacidades es invisible, ni interesa, ni se conoce, ni se le suele dar ninguna importancia en la mayoría de los centros educativos.
Yo he podido ir descubriendo cómo cuando un centro apuesta por "conocer" a su alumnado y "conocer" también al profesorado, potenciando las capacidades, competencias y potencialidades, cómo se crea un clima de centro muy propicio para crecer en todos los sentidos: personal y profesionalmente.
La realidad de cada centro educativo en diversa. En Educación Infantil y Primaria, al ser menor el número de profesorado que compone el claustro de profesores, es más fácil que el profesorado se conozca más y mejor y que se tengan en cuenta las capacidades de cada uno de ellos/as a la hora de hacer un mejor encaje en los equipos educativos.
En los macrocentros de Secundaria, Bachillerato y FP, en los que trabajan cerca de la centena de profesores/as es mucho más difícil establecer relaciones personales y conocer las capacidades del profesorado, ya que hay profesorado que sólo se conoce de verse en los claustros.
Por eso, como digo siempre, los macrocentros tendrían que establecer estrategias organizativas que permitan la interacción y el conocimiento de todo el profesorado.
Considero que ha llegado el momento y que tenemos que cambiar la mirada y empezar a conocer y valorar la diversidad y las capacidades de todos/as los profesores/as.
Podemos comenzar:
-Realizando algunas dinámicas en las que cada profesor/a reflexione sobre:
*Sus capacidades personales y profesionales y sus pasiones.
*Las capacidades que tienen sus compañeros/as.
-Establecer equipos heterogéneos de profesores/as con capacidades diversas que cooperen y realicen propuestas conjuntas.
-Crear una especie de "banco de capacidades" intracentro, intercentro, virtual... que esté disponible para que cada profesor pueda contar con la ayuda, colaboración, asesoramiento... de otro profesor/a, cuando lo necesite.
-Propiciar espacios, tiempos y eventos en los que cada profesor/a pueda compartir experiencias personales y profesionales relacionadas con sus capacidades, dentro y fuera de los centros educativos.
-Ocuparse en conocer cómo trabajan en su centro todos los compañeros/as para, a partir de ahí, poder seguir creciendo en formación en equipo.
-Crear en el centro un CONSEJO DE EXPERTOS con capacidades diferentes que coordinen, colaboren y ayuden en el desarrollo de las capacidades y competencias profesionales individuales y la formación de todo el profesorado del centro.
-Elaboración de un BANCO DE CAPACIDADES en el que tenga cabida toda la Comunidad Educativa: alumnado, profesorado, familias, expertos, colaboradores... al que se pueda recurrir a la hora de necesitar colaboración, aprendizaje, participación...
Espero y deseo que este año 2020 sea el año en el que todo el profesorado seamos capaces de hacer un #CambiodeMirada que nos haga centrarnos en las capacidades que tienen nuestros compañeros/as para dejar de mirar los muros que muchas veces nos separan y crear puentes de cooperación.
Es necesario y urgente que posemos la mirada constructiva en lo que se puede consensuar, en lo que podemos construir juntos y dejemos de poner piedras en las ruedas de los compañeros/as que siempre "QUIEREN".
De la misma forma que poco a poco vamos tomando conciencia de las diferentes capacidades que tiene el alumnado, hemos de comenzar a tomar conciencia de la diversidad y las distintas capacidades y competencias profesionales que presenta cada profesor/a para, a partir de ellas, poder empezar a construir escuelas cooperativas en las que también el profesorado sea capaz de desarrollar todas sus capacidades, competencias y potencialidades.
A día de hoy...
¿El profesorado puede crecer de forma personal y profesional en su centro educativo?
¿Su crecimiento es un tema importante para ellos/as?
¿Cómo influye en la educación y en la escuela la generalización que se hace del profesorado?
¿En las escuelas se tienen en cuenta las capacidades, competencias y potencialidades de cada profesor/a?
Un tema complejo y desde mi punto de vista, muy poco analizado, reflexionado y tenido en cuenta.
A lo largo de mi amplia trayectoria profesional he podido vivir y sentir situaciones diversas que siempre me han llevado a pensar que es necesario hacer un cambio de mirada amplio y profundo con respecto al profesorado.
Me he encontrado con profesorado:
-Muy motivado, con muchas ganas de aprender de todo y con todos, dinámicos/as y disfrutando con su alumnado y en sus clases, a los que les han puesto mil pegas para poder hacer pequeños cambios innovadores y EDUCAR.
-Que permanecía año tras año, en el segundo o tercer ciclo de Educación Primaria, haciendo durante cada curso lo mismo, con los mismos libros, los mismos ejercicios, exámenes... independientemente de cómo fuera el alumnado de su grupo clase. Ellos/as jamás tenían ningún problema y nadie les ponía ninguna pega.
-Que no sólo no quería hacer ciertas tareas, propuestas, salidas... sino que insistían (argumentando que todo el nivel o ciclo tenía que estar coordinado) hasta que conseguía que sus compañeros/as que querían hacerla, no pudieran hacerlas porque había que "coordinarse".
-Dispuesto a asumir cualquier tipo de tarea que nadie quería realizar y ser criticado/a duramente.
-Que nunca se han rendido y han luchado por trabajar de forma inclusiva hasta que han logrado hacer cambios en sus centros educativos...
Estoy segura que podría seguir haciendo un listado muy amplio, pero mi intención no es ésa, sino que todos/as reflexionemos sobre el profesorado que cada curso nos acompaña en nuestra labor docente y con el que compartimos la educación integral del alumnado, para desde el conocimiento, ser capaces de construir un equipo de trabajo en el que todos/as cooperen, puedan desarrollar su faceta profesional sin cortapisas y sobre todo, crezcan cada día con el desarrollo de su trabajo en la docencia.
No me he parado a contar el número de profesores/as con los que he compartido trabajo en la escuela desde el curso 1980-81, pero sí recuerdo muy bien a todos/as y cada uno de los/as que siempre han "QUERIDO".
En los años 80 no era fácil encontrar profesorado que aceptara que la profesora de PT trabajara con ellos/as dentro de las aulas ordinarias. Pero yo siempre encontraba a los querían hacerlo y creo que el "secreto", como muchas veces he respondido cuando me han preguntado, siempre ha sido el mismo: ver a la persona, sus capacidades y disponibilidades y aceptarla como era.
Recuerdo perfectamente que fue en el Colegio Los Eucaliptos en Olivares, en el que trabajé 3 años, (cursos 1987-88, 88-89 y 89-90) dónde todo el profesorado asumió que yo trabajaría parte del horario con el alumnado con NED (Necesidades Educativas Diversas) en el aula de Integración y otra parte del horario dentro de las aulas ordinarias, en las materia de Sociales y Naturales (Etapa de la EGB).
En ese centro fue la primera vez que me sentí valorada como Profesora Inclusiva (aunque estábamos en los tiempos de la Integración), porque el Equipo Directivo y una gran parte del claustro de profesores tenía ya muy claro cómo trabajar con todo el alumnado dentro del aula ordinaria. Teníamos un Seminario Permanente, que yo coordinaba y empezamos a hacer las primeras Adaptaciones Curriculares.
Siempre he creído que la vida está en el aula ordinaria y ese convencimiento me ha hecho intentar estar en ellas el máximo tiempo posible trabajando en docencia compartida, aunque no fuera fácil y tuviera que vencer múltiples dificultades.
Trabajar en docencia compartida requiere consenso, coordinación, confianza y conocer las capacidades de cada uno de los profesores/as con los que trabajas.
Cuando hablo de diversidad y de trabajo en equipo, siempre me gusta insistir en que tenemos que tener en cuenta siempre, la diversidad del profesorado y que éste, al igual que lo hace el alumnado, tiene que trabajar en equipo.
En el trabajo en equipo, cuanto más heterogéneos sean los miembros del equipo, mucho mejor y más enriquecedor. De la misma forma que el profesorado necesita conocer las capacidades del alumnado para realizar el trabajo en equipo, el profesorado también tiene que conocer sus capacidades y las de sus compañeros/as.
Pero me consta que este tema de la diversidad del profesorado y sus diferentes capacidades es invisible, ni interesa, ni se conoce, ni se le suele dar ninguna importancia en la mayoría de los centros educativos.
Yo he podido ir descubriendo cómo cuando un centro apuesta por "conocer" a su alumnado y "conocer" también al profesorado, potenciando las capacidades, competencias y potencialidades, cómo se crea un clima de centro muy propicio para crecer en todos los sentidos: personal y profesionalmente.
La realidad de cada centro educativo en diversa. En Educación Infantil y Primaria, al ser menor el número de profesorado que compone el claustro de profesores, es más fácil que el profesorado se conozca más y mejor y que se tengan en cuenta las capacidades de cada uno de ellos/as a la hora de hacer un mejor encaje en los equipos educativos.
En los macrocentros de Secundaria, Bachillerato y FP, en los que trabajan cerca de la centena de profesores/as es mucho más difícil establecer relaciones personales y conocer las capacidades del profesorado, ya que hay profesorado que sólo se conoce de verse en los claustros.
Por eso, como digo siempre, los macrocentros tendrían que establecer estrategias organizativas que permitan la interacción y el conocimiento de todo el profesorado.
Considero que ha llegado el momento y que tenemos que cambiar la mirada y empezar a conocer y valorar la diversidad y las capacidades de todos/as los profesores/as.
Podemos comenzar:
-Realizando algunas dinámicas en las que cada profesor/a reflexione sobre:
*Sus capacidades personales y profesionales y sus pasiones.
*Las capacidades que tienen sus compañeros/as.
-Establecer equipos heterogéneos de profesores/as con capacidades diversas que cooperen y realicen propuestas conjuntas.
-Crear una especie de "banco de capacidades" intracentro, intercentro, virtual... que esté disponible para que cada profesor pueda contar con la ayuda, colaboración, asesoramiento... de otro profesor/a, cuando lo necesite.
-Propiciar espacios, tiempos y eventos en los que cada profesor/a pueda compartir experiencias personales y profesionales relacionadas con sus capacidades, dentro y fuera de los centros educativos.
-Ocuparse en conocer cómo trabajan en su centro todos los compañeros/as para, a partir de ahí, poder seguir creciendo en formación en equipo.
-Crear en el centro un CONSEJO DE EXPERTOS con capacidades diferentes que coordinen, colaboren y ayuden en el desarrollo de las capacidades y competencias profesionales individuales y la formación de todo el profesorado del centro.
-Elaboración de un BANCO DE CAPACIDADES en el que tenga cabida toda la Comunidad Educativa: alumnado, profesorado, familias, expertos, colaboradores... al que se pueda recurrir a la hora de necesitar colaboración, aprendizaje, participación...
Espero y deseo que este año 2020 sea el año en el que todo el profesorado seamos capaces de hacer un #CambiodeMirada que nos haga centrarnos en las capacidades que tienen nuestros compañeros/as para dejar de mirar los muros que muchas veces nos separan y crear puentes de cooperación.
Es necesario y urgente que posemos la mirada constructiva en lo que se puede consensuar, en lo que podemos construir juntos y dejemos de poner piedras en las ruedas de los compañeros/as que siempre "QUIEREN".
Brindo por ese #CambiodeMirada, por los puentes de cooperación y por la mirada constructiva!!
Maite García dls Reyes