#REFLEXIONES DESDE EL BORDE DE LA PISCINA. CAPÍTULO 6º.
...sigue haciendo calor...
...y yo sigo sentada al borde de la piscina...
...y hoy, me pregunto...
...y hoy, me pregunto...
¿Es importante estar Feliz para realizar un buen trabajo? ¿Realizar un buen trabajo me hace Feliz? ¿Qué grado de Felicidad me produce el reconocimiento de mi trabajo? ¿Estoy y soy feliz en mi trabajo? ¿Qué puedo hacer en mi trabajo para estar feliz?
La palabras Feliz y Felicidad, siempre que se pronuncian, causa un efecto positivo en quienes las, dicen y en quienes las escuchan. Hablamos de ella con más frecuencia de lo que creemos. Una vez, hace ya tiempo, me propuse hacer un conteo, a lo largo de una semana, en el entorno educativo, de las veces que se habla de ser feliz o de la felicidad en la escuela y fue entonces, cuando empecé a comprender, la pocas veces que esa palabra, tiene cabida en ella.
Muchos alumn@s no se sienten felices la mayor parte del horario escolar, incluso manifiestan que estarían más felices "si"...o "si"... El profesorado, también manifiesta con bastante frecuencia, su infelicidad en el entorno educativo. Algunos no han acertado al elegir esta profesión que es muy vocacional o creen no haber tenido otra opción y sólo piensan en que pasen rápido los minutos, que cada día se les hacen mas largos, para liberarse de la escuela. Otros, se sienten descontentos con otro tipo de variables o motivos, que esgrimen una y otra vez, como excusas para justificarse: que me quitan tanto dinero, que me han aumentado el horario, que los niños no estudian, yo solo tengo que dar la materia, que los eduquen en casa, no tengo porqué quererlos...
Cada vez estoy más convencida, de la importancia que tiene la Felicidad en la Escuela. Hace años que comento, lo importante que es el "Aprendizaje desde lo Afectivo". Y pongo múltiples ejemplos de situaciones y vivencias, que he podido experimentar en los Centros educativos en los que he estado.
Para mí, es fundamental, imprescindible y necesario, estar feliz en mi trabajo. Pocas veces en mi vida, a lo largo de los treinta y seis años que trabajo como maestra, me he levantado por la mañana y he sentido el vértigo, que sienten a diario muchos alumnos, de "NO QUIERO IR A LA ESCUELA". Por fortuna, estos sentimientos siempre han ido asociados a momentos puntuales, de incomprensión y de lucha por lo que siempre he defendido, defiendo y defenderé en la escuela. Y siempre también, he luchado por resolverlos de la mejor manera y regresar al camino de la Felicidad.
Yo lo tengo claro. El día uno de septiembre, volveré al instituto con las pilas recargadas. Con el corazón lleno de cariño, a la espera del día quince, cuando ell@s, me devuelvan toda la felicidad del reencuentro.
Lo digo siempre. Poder recibir por parte del alumnado, sus muestras de alegría, cariño y felicidad, no lo cambio por nada del mundo. Ell@s son parte de mi felicidad cotidiana. Esta reflexión, me lleva irremediablemente a una frase que me repite con frecuencia una gran amiga "cada uno recibe lo que da".
Así que, algunas de mis preguntas, parece que tienen una respuesta muy clara e inconfundible. Ahora, si estás intersad@ en conocer algunos estudios, reflexiones, opiniones... sobre la FELICIDAD EN EL TRABAJO, ya sabes, clic en las imágenes y... A REFLEXIONAR!!!
Para mí, es fundamental, imprescindible y necesario, estar feliz en mi trabajo. Pocas veces en mi vida, a lo largo de los treinta y seis años que trabajo como maestra, me he levantado por la mañana y he sentido el vértigo, que sienten a diario muchos alumnos, de "NO QUIERO IR A LA ESCUELA". Por fortuna, estos sentimientos siempre han ido asociados a momentos puntuales, de incomprensión y de lucha por lo que siempre he defendido, defiendo y defenderé en la escuela. Y siempre también, he luchado por resolverlos de la mejor manera y regresar al camino de la Felicidad.
Yo lo tengo claro. El día uno de septiembre, volveré al instituto con las pilas recargadas. Con el corazón lleno de cariño, a la espera del día quince, cuando ell@s, me devuelvan toda la felicidad del reencuentro.
Lo digo siempre. Poder recibir por parte del alumnado, sus muestras de alegría, cariño y felicidad, no lo cambio por nada del mundo. Ell@s son parte de mi felicidad cotidiana. Esta reflexión, me lleva irremediablemente a una frase que me repite con frecuencia una gran amiga "cada uno recibe lo que da".
Así que, algunas de mis preguntas, parece que tienen una respuesta muy clara e inconfundible. Ahora, si estás intersad@ en conocer algunos estudios, reflexiones, opiniones... sobre la FELICIDAD EN EL TRABAJO, ya sabes, clic en las imágenes y... A REFLEXIONAR!!!
...y tú... ¿Estás feliz en tu Escuela?